Santa María de las Flores Negras

⊆ 15:45 by Elías Concha | , , , . | ˜ 0 comentarios »


Las miradas absortas siguieron la trayectoria del sable. Aquellos rostros morenos de pieles curtidas fueron iluminados por el reflejo del acero. La eterna espera llegaba a su fin al igual que la esperanza por lograr una vida mejor. Las rejas oxidadas por el aire salino contenían el llanto de una guagua que, al igual que otras, había nacido en la pampa seca y miserable. Aquella mañana el sol calentaba más que nunca.

El pelotón siguió la orden al pie de la letra. Los subversivos fueron reprimidos, aniquilados. La escuela Santa María de Iquique se tiño de sangre, al igual que la historia y las manos de los asesinos. Quisieron aplacar las ansias del minero y acallar sus voces a punta de fusil, pero los vientos del desierto guardaron su historia entre las páginas del tiempo.

Hablar de Hernán Rivera Letelier es hablar del norte chileno. La pampa salitrera cobra vida gracias su pluma desvergonzada, llena de guiños y remembranzas, de arena y mar, de putas y desierto, de sudor y sangre.

Santa María de las Flores Negras nos traslada hasta 1907. Un grupo de mineros decide bajar hasta la ciudad de Iquique a reclamar por los bajos salarios y las malas condiciones de trabajo. La iniciativa de unos pocos se transforma en uno de los movimientos obreros más grandes de los que se tenga memoria.

Letelier nos guía en una travesía que transita entre la dureza del desierto y la entereza de los hombres del caliche. Los personajes son seres rudos, pero llenos de espíritu y coraje. Vidas atribuladas que encuentran el amor y recobran la fe en medio de la tragedia y la muerte.

Olegario Santana y sus jotes son el augurio de un destino inevitable. Idilio y Liria María son el símbolo y la fuerza necesaria para seguir adelante. La amistad de los compadres y la unión de los hombres -sin importar las diferencias- son el gran mensaje entre las letras manchadas de sangre.

Dueño de un estilo fresco y desenvuelto, como aquel que vivió, que comió y que sintió la arena seca en la cara; Letelier nos deja sin aliento y con una sensación de impotencia que aprieta el pecho. Las flores negras fueron teñidas de rojo, pero la memoria imborrable desempolva aquello que la historia prefiere olvidar.

EC


Ficha Técnica

Título: Santa María de las Flores Negras
Autor: Hernán Rivera Letelier
Fecha: 2002
Editorial: Copesa S.A.
Edición: Primera Edición, 2003
Género: Novela


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